Cuando Lana Del Rey era una cantante un tanto minonitaria, quizás por el exceso de intimismo de sus temas y por la imagen impávida que la chica proyectaba, una parte del público no cesaba en alavar a la recien llegada, una vez que la otra parte del público entendió y se dejó seducir por el magnetismo de la misteriosa Lana haciendo de ella una cantante más masiva, comenzó una especie de campaña contra la misma por aquellos que en un principio presumian de su buen gusto musical desmarcandose del resto por aquello de ser mas exlusivos y degustar musica menos comercial, ahora que la chica vende discos y es muy, muy conocida, toca renegar de ella acusandola de ser un producto y unas cuantas tonterías más, dejando claro una cosa, los prejuicios que dominan la vida de mucha gente es pos de una absurda pose, cuando lo único cierto es que Lana Del Rey es lo mejor que le ha pasado a la música en los últimos años.
Su nuevo single High By The Beach (anticipo de su nuevo disco) ha dividido nuevamente al público, por un lado los que piensan que la chica se repite (y la van a poner fina haga lo que haga) y por otro los que entienden (y entre los que me encuentro yo) que estamos ante una artista que hace la música que realmente le gusta, sin dejarse llevar por modas, sin necesidad de facturar un hit potente carne de radiofórmulas, o un forzado cambio de estilo que mataría su esencia... porqué eso sí que sería el final (vuelvo a decirlo) de lo mejor que le ha pasado a la música en los últimos años.
El videoclip de High By The Beach es todo un acierto, Lana Del Rey demuestra poseer magnetismo suficiente como para tenernos pegados a la pantalla y disfrutar de cada uno de los planos de un vídeo grabado casi en una toma de forma impecable. Mucha crítica hacía las críticas y quiénes no cesan en perseguirla, dígase paparazzis, con un final un tanto drástico (que no voy a desvelar) digno de una mente atormentada, pero que le da mucho sentido a la canción y nos deja claro que amor, lo que se dice amor, no siente hacía aquellos que no respetan su intimidad.
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