Fangoria ha sido desde sus inicios, allá por los años 90, con sus primeros trabajos de estudio, uno de los grupos que más importancia han dado al formato videoclip, aún cuando apenas había medios de comunicación donde emitir este formato y por lo tanto darle rendimiento. No conformes con realizar el video correspondiente para el single presentación de sus trabajos, apostaban por acompañar cada uno de sus singles con su correspondiente videoclip.
En mi prisión, Sálvame o En la Disneylandia del amor son tres grandes ejemplos de un trabajo bien planeado y realizado a la medida de Fangoria como concepto más allá de lo meramente musical.
Después vendrián otros videoclips con más o menos acierto en su época más discreta en ventas, pero no tanto como en los primeros 90, y con menor presupuesto como Electricistas o No sé qué me das. Hasta llegar al momento actual, o nueva década, con nuevo trabajo bajo el brazo y su correspondiente gira de presentación Canciones para robots románticos uno de los mejores discos de la década a nivel nacional y uno de sus mejores trabajos con singles tan potenciales como Fiesta en el infierno del cual acaban de estrenar el correspondiente videoclip, para mi tristeza un video bastante mediocre que no está a la altura de una canción de semejante calibre, ni mucho menos de la calidad del disco en general y el excelente concepto gráfico del mismo. Es como si ya no creyeran en el formato ni disfrutasen haciendo videoclips...
Supongo que yo tenía otras espectativas puestas y de ahí esta gran decepción al ver un conjunto de imagenes que van de lo cómico a lo cutre con una Alaska sobreactuada y nada arropada por la producción del mismo, dejando al descubierto la escasez de medios y dandole ese aire sumamente amateur que tanto nos gustaba en La Bola De Cristal, pero eso fue en los 80 y con otros medios.
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