Con un formato físico en apariencia bastante atractivo, aunque bastante incomodo al simular la carpeta de un vinilo, aunque de menor tamaño, en el que insertar el libro fotográfico en el cual se acopla el cd. El texto en su mayoría ilegible (ni siquera los títulos de las canciones) y con un concepto estético a grandes rasgos que hace pensar en un trabajo más étnico en sonido, y una historia como hilo conductor para adentrarnos en el un mundo de magia y fantasía que desprende Kronus, pero inesistente en lo musical, el dúo gallego Strazz (a pesar de la desconcertante presentación) han publicado su mejor disco hasta la fecha.
El primer corte del disco Surrender es la primera gran sorpresa del disco, un corte eletropop bailable y de fácil escucha que se nos hace incluso hasta corto de lo disfrutable que resulta y el buen rollo que trasmite, yo habría apostado por este tema como primer single.
Los siguientes cortes Nada sin ti, Perdóname y Mañana será tarde nos llevan con gran acierto a las bases del magistral pop construido en torno a estribillos melódicos sin grandes pretensiones pero efectivos en su cometido de facturar potentes canciones fáciles de digerir y sumamente disfrutables que se prestan a querer ser escuchadas una y otra vez, todo un logro en estos tiempos en los cuales tendemos a no pararnos a escuchar y disfrutar de la música de una manera pausada y entregada como antaño, en ocasiones, mucho trabajos pasan en poco tiempo a un segundo plano al tratarse de discos realizados de una manera pretenciosa, queriendo emular a los grupos que admiran sin lograr traspasar la frontera de su propia identidad.
Strazz, y en concreto este trabajo, son un hibrido de estilos y planteamientos -la atmósfera que sobrevuela en sus canciones- con los que nos transportan en sonido a retazos de décadas pasadas, con cierto encanto adolescente, de lo setentero (Rescatame) a lo noventero (No me arrepiento) del absurdo facilón de los 2.000 (Boy or girl) , al pop intimista con regusto retro (Sin dudar, Acércate más) o a lo étnico (Talisman) y el pop-rock (Lokura).
En difinitiva Kronus es ese disco que hacía tiempo deseábamos escuchar aquellos que tanto disfrutamos del pop enérgico, comercial, sin complicaciones ni artificios ostentosos que distorsionen lo que un buen trabajo de este índole ha de ser.
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