domingo, 15 de septiembre de 2019

AVA MAX la nueva y prometedora pop-star.

Esta joven cantante estadounidense viene dispuesta a jugar en otra liga en el panorama musical actual, más concretamente en el pop femenino global, los ritmos actuales y las nuevas estrellas del pop chicle se han alejado del concepto artístico de estrellas como Britney, Christina Aguilera, Kylie, Lady Gaga o la propia Madonna, un ejemplo de estrella actual es Ariana Grande una cantante más de pose que de actitud quién acaba de publicar junto a Miley Cyrus y Lana Del Rey la canción Don’t Call Me Angel (B.S.O de Los Angeles De Charlie), un desastre teniendo en cuenta que se trata de la unión de tres cantantes potentes de la escena actual deberían hacer algo con más gancho y no una canción del montón sumamente olvidable en la cual ninguna logra brillar ni plasmar personalidad, La canción es básicamente de Ariana mientras pese al empeño de Miley y la presencia física que no musical de Lana por hacerse notar, lo cierto es que ambas están bastante desperdiciadas, y si esto es a lo que puede aspirar el pop femenino actual solo puedo decir: bienvenida Ava Max.





Vale que la aportación musical y escénica de Ava no es precisamente una novedad, no hace tanto Meghan Trainor ya intentó desempolvar el estilo Britney, la de los primeros años 2.000, con su single NO, pero no cuadró y la crítica especializada como el público no entendió este giro ¿le irá mejor a Ava Max?, pues de momento ha facturado un mega hit como es Sweet By Psycho así como la entretenida So Am I, y ha tirado la casa por la ventana con el videoclip de Torn, el single que precede a su disco debut, alejado de modas musicales e ignorando los cambios que propone la industria, básicamente bebe de las fuentes del pop a priori sencillo, comercial y efectivo en su intención, es destacable y digno de agradecer, y en eso es comparable con la primera Lady Gaga, su afán por crear estribillos pegadizos. 

Ava Max no quiere desaprovechar su momento y por ello no duda en cumplir con todos los clichés que supone ser una popstar, desde los toques excéntricos a las coreografías.

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