lunes, 8 de mayo de 2017

NANCYS RUBIAS: MARCIANOS YE-YÉS.

Puede que alguno de vosotros, yo me incluyo, en sus tiempos de cole y en las fiestas del mismo imitase a unos de los cantantes de moda al son del hit del momento sintiéndose una popstar por tres minutos. A día de hoy, y tras disfrutar como muchos de sus primeros discos, Nancys Rubias, y en especial Mario Vaquerizo, me recuerda bastante al concepto tan inocente, infantil y con un puntito de egocentrismo con lo que los niños viven ese su momento de fantasía. Jugar a ser sin serlo, un corta y pega, pero fiel representante de lo que a día de hoy se cuece no solo en la música, un fast food en muchos campos del cual ni yo mismo me libro.

Lo delicado de la situación para muchos, entre los que yo me incluyo, a la hora de ser críticos con las Nancys, ya no es solo lo mal que encajan cualquier mala crítica, es el sentimiento de estar de alguna manera arremetiendo también contra Alaska, al haberse apropiado Mario tanto del mundo de su mujer que da la impresión que todo esta incluido en el mismo lote.

Ambos en sus respectivos grupos han de recibir críticas al margen de su cónyuge, y por lógica, por muy fan que seamos de Fangoria, estos han de aceptar que algunos no lo seamos tanto de las Nancys, grupo que antaño me hacía bastante gracia, y que disfrute como pocos de todo un discazo como fue Gabba Gabba Nancy, pero pasado el tiempo, y tras unos cuantos discos, me resultan cansinos por la utilización constante de los mismos tópicos, un corta y pega más que una clara influencia.
 
En lo estético Mario Vaquerizo, como si de un concursante de Tu Cara Me Suena se tratase, se ha convertido en esta ocasión en el Pete Burns de finales de los 80, primeros 90, pero con una gran diferencia, entre el postureo y la autenticidad, hay radica el creérnoslo o no...
 
En lo musical, echando mano del ropero de Fangoria, han sido producidos por Guille Milkyway con el que facturan el single de regreso Marcianos Ye-Yés con letra de Nacho Canut (Fangoria), y sonido Ramones llevado a un terreno más divertido... Al comentar a un amigo que había escuchado la nueva canción de las Nancys, me quedé en blanco, no sabía si me gustaba o no, es justo lo que me esperaba de ellos, si, asentados ya en una línea, pero sin emoción ni riesgo, un más de lo mismo que me impide disfrutarla limpiamente, tal vez tenga ciertos prejuicios, y ese es mi problema y nadie más.  
 
Aunque en verdad los clichés que utilizan me resultan sumamente atractivos, pero si he de elegir un grupo con influencias similares, sería uno valenciano con fuertes influencias pasadas por su filtro sin llegar a resultar tan impostado como en ocasiones me resultan las Nancys Rubias.

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